Hombre cae muerto de un infarto y siente que un “poder superior” le hace una pregunta

Por Catherine Yang   


16 de Marzo de 2023 5:40 PM Actualizado: 16 de Marzo de 2023 5:40 PM
     

Robert Bare había sido policía durante 23 años, y vivió con una visión del mundo en blanco y negro. Tras retirarse de la policía, fue durante un tiempo profesor universitario, consultor empresarial internacional, administrador municipal y administrador tribal para una nación nativa americana. En cada uno de estos trabajos, ejerció una enorme influencia en la vida de los demás. Bare lo sabía, pero en 2009 otra dimensión de su influencia se desplegó ante sus ojos.

En 2008, recibió una llamada telefónica de un amigo con el que había servido en el cuerpo de policía en los años sesenta.

“Estábamos hablando y, de repente, se paró y me dijo: ‘Robert, tengo que hacerte una pregunta’. Me dijo: ‘Me gustaría saber si estás bien con el Señor’. Y yo le dije: ‘¿Por qué me preguntas eso?'”. Su amigo dijo que se sentía obligado a preguntar, y Bare respondió: “Creo que sí”, y no hablaron más del tema.

Poco después, Bare se despertó a mitad de la noche sudando frío. A los pies de su cama se encontraba su madre, fallecida tres años antes, con el mismo aspecto como cuando él era pequeño.

“Me dijo que me iba a morir y que pusiera mis asuntos en orden”, cuenta Bare. Bare se sintió abrumado y la mujer desapareció después de aquello, dejándole disgustado y decepcionado por no haber tenido la oportunidad de decirle que la quería.

Bare fue a hacerse un chequeo médico completo que “aprobó con éxito”, y también le contó del incidente a su padre. Con el “certificado de buena salud”, olvidó el suceso hasta que, menos de que un año pasara, recibió la noticia de que el amigo con el que había mantenido aquella llamada había fallecido. Pronunció un elogio en el funeral y vio a muchos amigos comunes a los que no había visto hacía mucho tiempo, pero no le contó a nadie de la llamada.

Tiempo después, volvió a despertarse a mitad de la noche. Esta vez, su amigo estaba a los pies de la cama, con el mismo aspecto que cuando eran jóvenes.

“Y pensé: esto no puede ser real. Pero él también me habló. Y no sé si fue con palabras, o telepáticamente, pero me dijo que iba a llevarme a través de la luz, y que él estaría allí. Y antes de que pudiera decir nada, me dijo que tenía que irse, que iba a visitar a sus nietos en Sacramento. Desapareció sin más”, cuenta Bare. “No sabía qué pensar”.
Ataque al corazón

Fue durante las vacaciones de primavera, cuando Bare visitaba a sus nietos en Arizona. Pasó allí una semana, incómodo por el calor, pero no pensó mucho en las molestias en ese momento.

“Llegó la hora de partir, mi hijo me llevó al aeropuerto y me dejó allí. Nos despedimos y empecé a sentirme realmente mal”, cuenta Bare. Tomó una aspirina, facturó y subió al avión.

“Estaba metiendo cosas en el compartimento superior y caí muerto de un infarto masivo. No recuerdo nada del avión después de eso”, dijo. Afortunadamente, en ese momento había bomberos y un médico en el avión; le practicaron una reanimación cardiopulmonar y utilizaron el desfibrilador, y después lo llevaron al hospital.

Bare no lo sabía. Aunque lo declararon muerto, estaba experimentando algo totalmente distinto.

“Floté hacia una luz, y fue absolutamente hermoso”, dijo. “Alguien o algo estaba conmigo, y me gustaría pensar que era mi amigo, porque si me decía que iba a hacer algo, lo hacía”.

“Subí y observé colores que no existen en esta Tierra, era absolutamente fenomenal, y todo era cálido”, dijo. “La sensación era de amor y paz”.

“Pero terminé en una situación en la que estaba frente a un poder superior, y fue tan humillante para mí, que todavía me molesta incluso hablar de ello”, dijo Bare. Recuerda que ni siquiera podía mirar directamente a ese poder superior, porque se sentía muy humillado. Bare ha sido entrevistado muchas veces sobre su historia, porque siente la misión de compartir lo que vio, pero cada vez que lo hace, no habla de ello hasta pasados unos días.

Aunque Bare no se atrevía a mirar directamente, ya fuera telepáticamente o a través de alguna forma de comunicación, Bare entendía claramente lo que se decía.

“Las palabras eran parecidas a: ‘¿Qué bien has hecho en tu vida?'”. dijo Bare.

De repente, Bare sintió que había almas a su alrededor, como si estuviera dentro de un auditorio lleno. Entonces, a su izquierda, se produjo lo que muchos experimentadores cercanos a la muerte como Bare describen como una “revisión de la vida”: en un instante, se reprodujo todo el curso de la vida de Bare. Pero al verlo, pudo experimentar los pensamientos y sentimientos internos de todos los implicados. Empezó con una imagen de su padre y su madre, que llevaba una falda de cuadros escoceses, haciéndose una foto delante de un Chevrolet, que más tarde supo que fue el día en que su madre se enteró de que estaba embarazada de él.

Vio aquella vez que robó cromos de béisbol de pequeño, y cómo sus padres le hicieron volver a la tienda para que el dueño le juzgara. Vio su época como policía tras los disturbios del sur de Los Ángeles, y escuchó el agradecimiento inexpresado de algunos con los que se había encontrado. También fue testigo de traiciones de las que no se había dado cuenta durante su vida en esa revisión.

“No hay nada más que la verdad donde estuve”, dijo. “Nada más que la verdad”.
Desde la cama

“Me llevaron a un hospital y había un médico de Pakistán que me atendió y no me dejó morir. Me reanimaron. Llevaba muerto unos 45 minutos en total desde que estaba en el avión”, explica. “Me reanimó y poco después volví a morir”.

“Esta vez tuve una experiencia diferente”, dijo. “Estaba flotando sobre la cama en el hospital, viendo cómo trabajaban conmigo”.

Vio al personal médico presa del pánico y se vio a sí mismo aplastado allí. Vio cómo registraban las pertenencias que le habían traído de la ambulancia en busca de su tarjeta del seguro. Intentó decirle al hombre dónde estaba, pero se dio cuenta de que nadie podía oírle.

Entonces volvió a latirle el corazón.

“Acabé en cuidados intensivos durante mucho tiempo, tenía todas estas máquinas conectadas a mí… no fue divertido”, dijo Bare. El médico le preguntó qué recordaba, y Bare empezó a contarle aquella experiencia “extracorpórea”.

“Me dijo: ‘Espera un momento’. Bajó y encontró a las personas que estaban allí cuando entré, y me dijo ‘cuéntales lo que me has contado a mí'”. El médico tenía curiosidad por saber hasta qué punto era exacta la experiencia de Bare, y el personal que había estado registrando las cosas de Bare dijo que “eso es exactamente lo que pasó. Palabra por palabra”.

Tras ser reanimado, ser conectado a grandes máquinas y descansar incómodamente en el hospital, Bare le dijo al médico que lo único que quería era volver a casa, a Oregón. El médico le dijo que necesitaba otra operación y, ante la insistencia de Bare, dispuso que se realizara en Oregón para que pudiera volver antes a casa.

En la sala de recuperación de Oregón, Bare se despertó con una fuerte tormenta fuera de la ventana que soplaba agua en todas direcciones, y junto a su cama había una monja que ya era muy anciana.

“Le pregunté: ‘¿estoy muerto?”. cuenta Bare. “Ella me dijo: ‘no estás muerto… estoy rezando por ti'”.

“Ella dijo, he sido una hermana toda mi vida, y me gustaría saber de ti. ¿Qué recuerdas? Es muy importante para mí”. Bare, mareado por las múltiples operaciones que le habían hecho, dijo que ahora no. Pero cuando la monja volvió más tarde, se lo contó.

“Fue muy emotivo. Y me di cuenta de lo importante que era hablar de lo que había vivido”, dijo. “Se lo conté todo… y creo que, al hacerlo, al hablar con otras personas, tanto si quieren creerte como si no, al menos está todo ahí fuera. Es lo que experimenté”.

Bare nunca había oído hablar de experiencias cercanas a la muerte hasta que él mismo tuvo una. Poco después de recuperarse, recuerda estar en YouTube y hacer clic en un vídeo recomendado sobre la última entrevista de George Harrison, de The Beatles.

“Y ahí estaba George Harrison muriéndose de cáncer, hablando de tener todas esas cosas, riqueza, mujeres, notoriedad, cualquier cosa que quisiera; dijo, debería haberme preocupado de lo que me pasara cuando muriera”, dijo Bare. “Y por eso hablo. No puedo decirle cuántas personas me han dicho después de oírme hablar que les ha cambiado la vida. Que son más amables con la gente. Ya no son tan duros con los individuos”.

“Ahora he tenido 5088 días más de vida”, dijo Bare a principios de marzo.

“Estoy muy agradecido. Me levanto cada mañana, me asombra tener un día más”, dijo. “Vivo cada día como si fuera mi último día”.

“Lo que haces en tu vida importa. Estoy convencido de ello”, afirmó. “Me he sentido obligado a pedir disculpas a algunas personas por mi comportamiento… para ellos, algunos ni siquiera recuerdan lo que pasó, pero yo lo vi, y sintonicé con ello, y mi recuerdo sobre eso es tan vívido”.

Bare no es ingenuo ante las críticas a sus historias y otras similares; algunos dirán que, como no hay pruebas, sus palabras no tienen valor. Él dice que no le importa.

“He hecho aquello para lo que siento que he vuelto a la vida, y eso es difundir esta palabra”, afirma.

Bare ha hecho algo más que compartir su propia historia. En 2020, durante la pandemia, él y la Dra. Yvonne Kason fundaron Spiritual Awakenings International, un lugar donde personas que han tenido experiencias como la de Bare comparten su historia. En poco tiempo, sus suscriptores han crecido hasta incluir a personas de 77 países de todo el mundo, y las historias no paran de llegar. Los cofundadores creen que el nombre de su organización es acertado y, gracias a él, son testigos de un despertar espiritual en todo el mundo.

“Hubo un tiempo, probablemente, en que a la gente que hablaba como yo… probablemente nos habrían quemado en la hoguera”, dijo. “Pero estamos reuniendo a gente de todo el mundo y está siendo un éxito fenomenal”. Fuente: The Epoch Times en español

Experiencias extracorpóreas en las que la gente vio imágenes imposibles, que luego fueron verificadas

Por Tara MacIsaac   

Algunas personas que tuvieron roces con la muerte afirman haber abandonado su cuerpo físico, a veces flotando y observando escenas en su entorno, o incluso en lugares más lejanos. En ocasiones, lo que describen después puede verificarse; los investigadores de las experiencias cercanas a la muerte (ECM), que intentaron verificar o descartar esto, trataron de determinar si la persona podría haber visto estas cosas sin despedirse de su ser corpóreo.

Cuando se verifican, estos testimonios constituyen una de las pruebas más sólidas de que estas experiencias místicas no son meras alucinaciones. Los casos en los que los relatos de los experimentadores son verificables se conocen como “percepciones verídicas”. Algunas incluyen no solo escenas experimentadas en el mundo de los objetos físicos, sino también en conversaciones o encuentros con seres de otros planos, que dicen al experimentador cosas que resultan ser ciertas.

A continuación se presentan tres casos registrados de percepción verídica extraídos de un conjunto de decenas de ellos recopilados por Jan Holden, presidente de la Asociación Internacional de Estudios sobre Muerte Cercana (IANDS) e investigador de ECM desde hace mucho tiempo. Aunque los tres son excepcionales en sí mismos, la riqueza de los casos que se reunieron en los últimos 100 años y antes hacen que la investigación combinada sea mucho más convincente.

“Pude ver a mi cirujano, que hacía unos momentos me había explicado lo que iba a hacer durante mi operación. Parecía estar algo perplejo”, dijo. “Me pareció que agitaba los brazos como si intentara volar”.

Fue esta parte del relato la que sobresaltó al cardiólogo de Sullivan, el Dr. Anthony LaSala, que había descartado el resto de la historia como una alucinación inducida por las drogas. En efecto, el Dr. Hiroyoshi Takata tenía la costumbre de “agitar” los codos, como describió Sullivan, para dirigir al personal médico y evitar tocar cualquier cosa después de haberse lavado.

El Dr. Bruce Greyson, investigador de las ECM, habló con el Dr. LaSala y el Dr. Takata en 1997 para verificar o rechazar el relato. El Dr. Takata admitió que tenía este hábito. El Dr. LaSala confirmó que Sullivan le había contado esta historia y que el aleteo del brazo del Dr. Takata era inusual y no era algo que hubiera visto hacer a otros cirujanos. Greyson dijo que Sullivan no habría presenciado esto después de que la anestesia hiciera efecto y estuviera, según todas las apariencias, inconsciente.
2. Conocimiento de la muerte de un hermano antes de recibir la noticia

Otra percepción verídica proviene de una colección de ensayos publicada en 1882. Francis Power Cobbe recordó el siguiente caso en su libro “The Peak in Darien” en la página 297:

“Una señora que se estaba muriendo, mostraba el aspecto de una alegre sorpresa… habló de haber visto, uno tras otro, a tres de sus hermanos que llevaban mucho tiempo muertos, y luego, al parecer, reconoció al último de todos, un cuarto hermano, que los espectadores creían que aún vivía en la India. La unión de su nombre con el de sus hermanos muertos provocó tal temor y horror en la mente de una de las personas presentes, que salió corriendo de la habitación. A su debido tiempo se recibieron cartas anunciando la muerte del hermano en la India, que había ocurrido algún tiempo antes de que su hermana moribunda pareciera reconocerlo”. Fuente: The Epoch Times en español

Los investigadores de las ECM han recopilado esto junto con otros casos en los que se observa una muerte por circunstancias extraordinarias antes de recibir la noticia en la vida de vigilia.
3. La víctima del accidente aéreo ve lo que no pudo tener desde donde yacía su cuerpo

Este relato sostiene que un oficial médico, el Dr. X, destinado en Francia durante la Primera Guerra Mundial, volaba en ayuda de un piloto herido. Poco después del despegue, el avión se estrelló. El lugar del accidente no podía verse desde los hangares, mientras que los hangares tampoco podían verse desde el accidente, porque estaban separados por la cresta de dos laderas.

Las propias palabras del médico fueron relatadas por el difunto teniente coronel Frederick John Marrian Stratton, antiguo profesor de astrofísica de la Universidad de Cambridge Stratton, en un artículo de 1957 titulado” Una experiencia fuera del cuerpo combinada con percepción extrasensorial”, publicado en el Journal of the Society for Psychical Research. Escribió:

“Mientras estaba por encima de mi cuerpo, no me pareció en absoluto extraño que pudiera ver… una serie de actividades en los hangares… El ténder Crossley (una ambulancia) salió del hangar en el que estaba estacionada. Cuando estaba a una distancia de un carro o carro y medio fuera del hangar, el motor se paró, y vi al chofer saltar y tirar de la manivela de arranque. Luego volvió corriendo a su puesto de conducción y se puso en marcha hacia el choque por la cresta. Fuente: The Epoch Times en español

“Mientras ocurría este pequeño episodio, mi asistente médico salió corriendo de mi cabaña médica cercana, y saltó a la parte trasera del ténder Crossley. La ambulancia, o ténder, se detuvo de nuevo, pero esta vez fue el asistente médico el que saltó, se precipitó a la cabaña médica, y salió con algo extra, y saltó a la ambulancia, que entonces reanudó su viaje dos veces interrumpido”.

El Dr. X se lo contó a su oficial al mando en el hospital después de recuperarse lo suficiente como para darse cuenta de la importancia de lo que había visto. El oficial lo grabó y verificó que, efectivamente, el trayecto de la ambulancia comenzó así.

Para cuando Stratton investigó este caso, el oficial al mando y otras personas que podrían haber verificado de nuevo la información habían muerto o no habían podido ser localizadas, escribieron Bruce Greyson, Ian Stevenson y Emily Williams Cook en un artículo publicado en el Journal of Scientific Exploration en 1998, titulado “¿Alguna experiencia cercana a la muerte proporciona pruebas de la supervivencia de la personalidad humana después de la muerte? Fuente: The Epoch Times en español