Abraham en el encinar de Mambre
El siguiente relato bíblico es uno de los más importantes de toda la Biblia, y además es uno de los pasajes más deformados y malinterpretados por millones de personas que dicen llamarse
“cristianos”. En este librito de estudio usted va a conocer la mejor y más completa interpretación de ese pasaje bíblico. Los que conocemos ese pasaje suelen enseñar las siguientes tres
interpretaciones, las dos primeras son falsas, y la tercera es la única verdadera, tal como voy a demostrar en este librito:
1- Los trinitarios dicen que la llamada “trinidad” descendió del cielo a la tierra, y que fueron el Padre, el Hijo y el espíritu santo quienes se aparecieron a Abraham en el encinar de
Mamre. Estos herejes trinitarios dicen que a cada uno los tres varones mencionados en ese pasaje se les llama IEVE, es decir, según ellos ese pasaje enseña la existencia de tres dioses llamados
IEVE. Sin embargo, hay otros herejes trinitarios que enseñan la mentira de que esos tres varones celestiales eran un solo IEVE, es decir, que ni entre esos mismos herejes trinitarios se ponen de
acuerdo en lo que enseñan.
2- Otros herejes, especialmente los arrianos, que niegan la divinidad y eternidad del Señor Jesucristo, enseñan la espantosa mentira de que no fue realmente el Señor IEVE quien se apareció
a Abraham, sino que solamente eran tres ángeles.
3- Y luego hay un tercer grupo de cristianos henoteistas monólatras, entre los que me incluyo, que enseñamos que fue un segundo Señor IEVE quien bajó del cielo a la tierra acompañado por
dos ángeles y se apareció a Abraham en el encinar de Mamre. Vamos a analizar ese espectacular pasaje bíblico, y la versión que voy a utilizar en este estudio es la Biblia de las Américas,
simplemente he sustituido el título EL SEÑOR, que aparece en esa versión, por el nombre propio del Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, que es IEVE, tal como aparece en el idioma hebreo
arcaico.
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El texto bíblico se encuentra en color morado, y mis comentarios aparecen en color negro y con diferente tipo de letra. Comencemos.
1- Gén 18:1 Y IEVE se le apareció en el encinar de Mamre, mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda en el calor del día.
El pasaje es más claro que el agua pura. Comienza diciendo que el propio IEVE se apareció a Abraham en el encinar de Mamre, es decir, se le apareció físicamente, Abraham le vio. El pasaje no dice
por ninguna parte que fuera un ángel quien se le apareció, sino que dice IEVE, por lo tanto, mienten todos aquellos arrianos cuando enseñan que no fue IEVE quien se apareció, sino solamente un
ángel, ya que este ser divino que se apareció se llamaba IEVE.
2- Gén 18:2 Cuando alzó los ojos y miró, he aquí, tres hombres estaban parados frente a él; y al verlos corrió de la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Como puede ver, el pasaje dice que Abraham alzó sus ojos, y de repente vio a tres hombres, o varones, que estaban parados delante de él. Por lo tanto, esos tres varones celestiales aparecieron de
pie en algún peñasco elevado o montículo. Observe la reacción de Abraham. Al verlos se sorprendió mucho y corrió desde la puerta de su tienda para recibirlos, y además se postró en tierra
como una señal de gran respeto hacia esos tres seres celestiales, lo cual significa que Abraham entendió obviamente que esos tres varones no eran seres humanos terrestres normales, sino que eran
tres varones celestiales. Observe que el pasaje no dice por ninguna parte que esos tres varones formaran un solo IEVE, y tampoco dice que cada uno de esos tres varones se llamara IEVE, es decir,
el pasaje no enseña por ninguna parte que fueran tres IEVEs, ¡solo fue un Señor IEVE quien se apareció a Abraham!, tal como dice todo el relato bíblico. Los otros dos varones eran sencillamente
ángeles que acompañaron a este Señor IEVE que descendió físicamente del cielo, tal como leemos bien claro en Génesis 19:1, 15. Jamás dice este relato que fueran tres IEVEs quienes se
aparecieron, sino que fue uno solo, el cual estaba acompañado por otros dos varones celestiales, que eran ángeles, y a esos dos ángeles jamás se les llama IEVE en este relato, sino que solo se le
llama IEVE a uno de ellos. Por lo tanto, mienten todos los que dicen que fueron tres IEVEs quienes se aparecieron a Abraham, y también mienten todos los trinitarios que dicen que fueron el Padre,
el Hijo y el espíritu santo quienes se aparecieron, ya que eso
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no lo dice el texto bíblico por ninguna parte, y además, Juan 1:18 dice que a Dios el Padre nadie le vio jamás, sin embargo, esos tres varones fueron vistos por Abraham, de modo que ¡¡ninguno de
esos tres varones era el Dios Padre!!, y además el espíritu santo tampoco es un varón, sino el poder de Dios el Padre, es el espíritu del Padre, y ese espíritu del Padre de ninguna manera es un
varón celestial con un cuerpo físico. Solo uno de esos tres varones celestiales era el Señor IEVE, y los otros dos varones celestiales eran sencillamente sus acompañantes angelicales. Esto es muy
importante.
3- Gén 18:3 y dijo: Señor mío, si ahora he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo. Gén 18:4 Que se traiga ahora un poco de agua y lavaos los
pies, y reposad bajo el árbol; Gén 18:5 y yo traeré un pedazo de pan para que os alimentéis, y después sigáis adelante, puesto que habéis visitado a vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así
como has dicho.
Como puede ver, entonces Abraham comenzó a hablar solamente A UNO DE ELLOS, el cual era IEVE, por eso es que él le llamó “Señor mío”, no dijo “señores míos”, indicando así que él se estaba
dirigiendo solamente a uno de esos tres varones celestiales, el cual era IEVE. Abraham le ruega a ese Señor IEVE que no pase de largo, y además dijo que él era SU SIERVO. Observe ahora
atentamente como Abraham se dirige seguidamente a los tres varones en conjunto y les ofrece agua, descanso y comida, es decir, les sirve de forma hospitalaria a esos tres varones celestiales.
Entonces esos tres varones le respondieron y le dijeron que lo hiciera. Por lo tanto, fíjese como en ese relato unas veces Abraham habla solamente con el Señor IEVE, y otras veces habla a los
tres varones juntos.
4- Gén 18:6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y dijo: Apresúrate a preparar tres medidas de flor de harina, amásala y haz tortas de pan. Gén 18:7 Corrió
también Abraham a la vacada y tomó un becerro tierno y bueno, y se lo dio al criado, que se apresuró a prepararlo. Gén 18:8 Tomó también cuajada y leche y el becerro que había preparado, y
lo puso delante de ellos; y él se quedó de pie junto a ellos bajo el árbol mientras comían.
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Observe como Abraham, con gran nerviosismo y prisa, pide a su esposa Sara que prepare todo para poder servir alimentos a esos tres varones celestiales, ahí en concreto Abraham se está refiriendo
a los tres varones, y no solo a IEVE.
5- Gén 18:9 Entonces ellos le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Allí en la tienda. Gén 18:10 Y aquél dijo: Ciertamente volveré a ti por este tiempo el año próximo; y
he aquí, Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara estaba escuchando a la puerta de la tienda que estaba detrás de él. Gén 18:11 Abraham y Sara eran ancianos, entrados en años; y a Sara le había
cesado ya la costumbre de las mujeres. Gén 18:12 Y Sara se rió para sus adentros, diciendo: ¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?
Observe atentamente que seguidamente esos tres varones comienzan a hablar con Abraham (v.9) y le preguntaron que donde estaba su esposa Sara. Y ahora fíjese lo que dice el verso 10, “Y aquél
dijo: Ciertamente volveré a ti”. Ahora es solo uno de esos tres varones, IEVE, quien le habla a Abraham, ya que el texto se refiere A AQUEL, es decir, a IEVE, y además está hablando en la
primera persona del singular: “volveré a ti”, no dice “volveremos a ti”, por lo tanto, en este relato unas veces hablan los tres varones celestiales, y otras veces habla solo uno de ellos, y en
este caso es el propio IEVE quien le dice esas palabras a Abraham.
6- Gén 18:13 Y IEVE dijo a Abraham: ¿Por qué se rió Sara, diciendo: "¿Concebiré en verdad siendo yo tan vieja?" Gén 18:14 ¿Hay algo demasiado difícil para IEVE? Volveré a ti al tiempo
señalado, por este tiempo el año próximo, y Sara tendrá un hijo.
Ahí lo tiene bien claro. En esos versos 13 y 14 es solamente el propio IEVE quien le habla a Abraham, no son los tres varones quienes hablan, sino solo uno de ellos, IEVE, por eso dice de nuevo
“volveré a ti”, hablando en primera persona del singular.
7- Gén 18:15 Pero Sara lo negó, porque tuvo miedo, diciendo: No me reí. Y Él dijo: No es así, sino que te has reído.
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Gén 18:16 Entonces los hombres se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos para despedirlos.
Observe como en el verso 15 es SOLO IEVE quien está hablando, pues dice “y ÉL dijo”, no dice: “y ellos dijeron”. Seguidamente esos tres varones celestiales se levantaron de allí, y miraron en la
dirección donde se encontraba la ciudad de Sodoma. Abraham les acompañó para despedirlos, sin embargo, como veremos seguidamente, no fueron los tres varones celestiales los que se marcharon hacia
Sodoma, sino que en ese momento fueron solo DOS varones los que fueron a esa ciudad, y esos dos varones eran los dos ÁNGELES que acompañaron al Señor IEVE, como dice bien claro Génesis 19:1,
15.
8- Gén 18:17 Y IEVE dijo: ¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer, Gén 18:18 puesto que ciertamente Abraham llegará a ser una nación grande y poderosa, y en él serán benditas todas las
naciones de la tierra? Gén 18:19 Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino de IEVE, haciendo justicia y juicio, para que IEVE
cumpla en Abraham todo lo que Él ha dicho acerca de él. Gén 18:20 Y IEVE dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave. Gén 18:21
Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré. Gén 18:22 Y se apartaron de allí los hombres y fueron hacia Sodoma,
mientras Abraham estaba todavía de pie delante de IEVE.
Observe atentamente este pasaje. En el verso 17 una vez más es solamente IEVE quien comienza a hablar, pero esta vez habla consigo mismo, diciendo que él no ocultará a Abraham lo que piensa hacer
con esas malvadas ciudades de Sodoma y Gomora. IEVE dice que él mismo ha escogido a Abraham. Fíjese que está hablando en la primera persona del singular, es decir, no eran los tres varones
quienes estaban hablando en ese momento, sino solo IEVE. Observe ahora lo que dice IEVE en el verso 21 “DESCENDERÉ AHORA Y VERÉ”, es decir, este tercer varón, que era IEVE, se propuso descender
también a la ciudad de Sodoma para observar, ya que Sodoma y Gomorra estaban en un valle bastante profundo, en lo que hoy conocemos como el Mar Muerto, ya que en esa época todavía no existía ese
pequeño Mar. Por lo tanto, fíjese que IEVE también decidió descender a esa ciudad de Sodoma
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para mirar directamente lo que ahí sucedía, pero antes de hacerlo, tuvo una interesante conversación con Abraham, como veremos seguidamente. Observe ahora el verso 22, en él se dice que LOS DOS
ÁNGELES que acompañaron a IEVE se apartaron de allí y se fueron a Sodoma, Y ABRAHAM SE QUEDÓ HABLANDO CON IEVE. Por lo tanto, ¡¡en ese momento fueron solo los dos ángeles quienes se fueron hacia
Sodoma!!, pero el tercer varón, que era IEVE, no se fue en ese momento, sino que se quedó con Abraham para tener una conversación con él.
9- Gén 18:23 Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío? Gén 18:24 Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿en verdad la destruirás y no
perdonarás el lugar por amor a los cincuenta justos que hay en ella? Gén 18:25 Lejos de ti hacer tal cosa: matar al justo con el impío, de modo que el justo y el impío sean tratados de la
misma manera. ¡Lejos de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia? Gén 18:26 Entonces IEVE dijo: Si hallo en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar
por consideración a ellos. Gén 18:27 Y Abraham respondió, y dijo: He aquí, ahora me he atrevido a hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza. Gén 18:28 Tal vez falten cinco para los
cincuenta justos, ¿destruirás por los cinco a toda la ciudad? Y El respondió: No la destruiré si hallo allí cuarenta y cinco. Gén 18:29 Abraham le habló de nuevo, y dijo: Tal vez se hallen
allí cuarenta. Y El respondió: No lo haré, por consideración a los cuarenta. Gén 18:30 Entonces Abraham dijo: No se enoje ahora IEVE, y hablaré; tal vez se hallen allí treinta. Y El
respondió: No lo haré si hallo allí treinta. Gén 18:31 Y Abraham dijo: He aquí, ahora me he atrevido a hablar al Señor; tal vez se hallen allí veinte. Y El respondió: No la destruiré por
consideración a los veinte. Gén 18:32 Entonces dijo Abraham: No se enoje ahora IEVE, y hablaré sólo esta vez; tal vez se hallen allí diez. Y El respondió: No la destruiré por consideración
a los diez. Gén 18:33 Y IEVE se fue tan pronto como acabó de hablar con Abraham; y Abraham volvió a su lugar.
En ese pasaje Abraham comienza a conversar con IEVE, que estaba junto a él, y Abraham empieza a interceder por la ciudad de Sodoma, pues él quería
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saber si IEVE iba a destruir la ciudad entera, con justos e injustos, pero resulta que en esa ciudad ni siquiera había diez varones justos, sino que solo había uno justo, que era Lot, el sobrino
de Abraham, y por eso es que IEVE envió a esos dos ángeles para rescatar a Lot de Sodoma antes de que fuera destruida por fuego, como veremos después. Y ahora fíjese lo que dice el verso 33. En
él se dice bien claro que IEVE se marchó tan pronto como acabó de hablar con Abraham. En ese pasaje se demuestra sin ninguna duda que solo uno de esos tres varones que se aparecieron a
Abraham era IEVE, los otros dos varones eran sencillamente ángeles, tal como dice el texto bíblico. Ahora bien, ¿a dónde se marchó IEVE?, el texto no dice por ninguna parte que IEVE se marchó al
cielo, ¡¡sencillamente IEVE se marchó a Sodoma!!, porque ESO MISMO ES LO QUE ÉL DIJO EN EL VERSO 21, leámoslo: “Descenderé ahora y veré”. Él se fue y descendió a la ciudad de Sodoma PARA
DESTRUIRLA CON FUEGO, como veremos después.
10- Gén 19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en
tierra, Gén 19:2 y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y
continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza. Gén 19:3 El, sin embargo, les rogó con insistencia, y ellos fueron con él y entraron en su
casa; y les preparó un banquete y coció pan sin levadura, y comieron.
En Génesis 19:1 se centra el relato ahora en los dos ángeles que anteriormente se fueron a Sodoma. El texto no habla de IEVE por ninguna parte, sino solo de los dos ángeles que acompañaron a
IEVE, los cuales ya llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad, y al ver a esos dos varones celestiales se levantó para recibirlos y se postró ante ellos rostro en tierra, en
señal de gran respeto o reverencia. Eso mismo es lo que hizo su tío Abraham cuando vio a los tres varones que se le aparecieron en el encinar de Mamre. Por lo tanto, el justo Lot también se dio
cuenta que esos dos varones no eran hombres normales, sino dos varones celestiales, sin duda esos dos varones celestiales debían tener un aspecto majestuoso y de gran belleza que los diferenciaba
del resto de los varones terrenales. Lot les habló a esos dos varones angelicales y les rogó que entraran en su casa, diciendo prácticamente las mismas palabras que Abraham les dijo a los
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tres varones cuando se aparecieron a él. Después de rogarles con insistencia Lot, entonces esos dos varones celestiales decidieron ir a la casa de Lot, les preparó buenos alimentos y
comieron.
11- Gén 19:4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción. Gén 19:5 Y
llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos. Gén 19:6 Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta
tras sí, Gén 19:7 y dijo: Hermanos míos, os ruego que no obréis perversamente. Gén 19:8 He aquí ahora tengo dos hijas que no han conocido varón; permitidme sacarlas a vosotros y haced
con ellas como mejor os parezca; pero no hagáis nada a estos hombres, pues se han amparado bajo mi techo. Gén 19:9 Mas ellos dijeron: ¡Hazte a un lado! Y dijeron además: Este vino como
extranjero, y ya está actuando como juez; ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y acometieron contra Lot y estaban a punto de romper la puerta, Gén 19:10 pero los dos hombres
extendieron la mano y metieron a Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta. Gén 19:11 Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta
el mayor, de manera que se cansaban tratando de hallar la entrada.
Observe lo que dice el pasaje. Los varones de Sodoma, que eran unos pervertidos y violentos homosexuales, se dieron cuenta que habían entrado a casa de Lot esos dos majestuosos varones
celestiales, y el texto dice que le pidieron a Lot que los sacara fuera de su casa a esos dos varones para “conocerlos”. Algunos creen falsamente que esos malvados varones que vivían en
Sodoma solo querían conocer a los dos varones celestiales, pero solo en el sentido de saber quiénes eran y poder saludarles, sin embargo, ellos no deseaban eso, ¡¡lo que querían es agredirlos y
violarlos!!, ya que en ese pasaje cuando se habla de “conocerlos” se refiere a tener relaciones sexuales con ellos, es la misma palabra que aparece en este pasaje bíblico:
Mat 1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
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Ese pasaje de Mateo enseña simplemente que José no conoció a su esposa María, es decir, no tuvo relaciones sexuales con ella, hasta que nació su primer hijo, Jesús. Por lo tanto, los malvados
habitantes de Sodoma lo que querían es “conocer” a esos dos varones celestiales para seducirlos y violarlos sexualmente. Por eso es que seguidamente Lot les rogó que no les hicieran esa maldad
(v.7). Observe ahora atentamente la reacción de Lot. ¡Él les ofreció a sus dos hijas para que las violaran a ellas!!, en lugar de violar a los dos varones celestiales (v.8). Muchos
mentirosos y descerebrados siempre citan este pasaje para decir la burrada de que Lot era un malvado canalla al hacer eso, generalmente ese falso argumento lo esgrimen individuos ateos y
anticristianos que odian la Biblia y al Señor IEVE de los ejércitos. Sin embargo, la explicación es bien sencilla: Lot no era imbécil, ni era un malvado que odiara a sus dos hijas, al contrario,
Lot actuó de forma extremadamente inteligente, ya que LOT SABÍA MUY BIEN QUE ESOS VARONES DE SODOMA ERA UNOS MALVADOS Y AGRESIVOS HOMOSEXUALES, ¡¡y él sabía que ellos no harían absolutamente nada
a sus dos hijas!!, pues lo que ellos querían era solamente violar a los dos varones celestiales, y por eso es que esos malvados sodomitas no hicieron caso al ofrecimiento que Lot les hizo, y le
trataron con violencia, intentando romper la puerta para entrar en su casa y violar a los dos varones celestiales. Entonces los dos varones celestiales, que estaban dentro de la casa de
Lot, abrieron la puerta y rápidamente tomaron a Lot y lo metieron en casa, cerrando la puerta. Seguidamente los dos varones celestiales castigaron a los malvados homosexuales que estaban cerca de
la puerta, hicieron un prodigio y dejaron ciegos a todos los sodomitas pervertidos que estaban cerca de la puerta, desde el menor hasta el mayor. Esto es interesante, pues demuestra que los
varones jóvenes y los mayores estaban todos ellos pervertidos sexualmente, ¡¡todos eran homosexuales!!, seguro que entre ellos había varones adolescentes y también los de mayor edad, todos los
cuales eran unos agresivos homosexuales perversos.
12- Gén 19:12 Entonces los dos hombres dijeron a Lot: ¿A quién más tienes aquí? A tus yernos, a tus hijos, a tus hijas y quienquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar;
Gén 19:13 porque vamos a destruir este lugar, pues su clamor ha llegado a ser tan grande delante de IEVE, que IEVE nos ha enviado a destruirlo.
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Como puede ver, los dos varones celestiales le ordenaron a Lot que se diera prisa para que él y su familia salieran rápidamente de la ciudad de Sodoma, ya que iban a destruir todo ese lugar.
Observe que ellos dijeron que IEVE los había enviado para destruir todo ese lugar donde estaban las ciudades de Sodoma y Gomorra. Fíjese que esos dos varones dijeron que IEVE los había
enviado, es decir, ¡¡esos dos varones celestiales no eran IEVE!!, simplemente eran dos ángeles enviados por IEVE. Por lo tanto, aquellos que dicen esa patraña de que esos dos varones eran también
IEVE, o que cada uno de los tres varones eran IEVE, es decir, tres IEVEs, están mintiendo totalmente, pues solo uno de ellos era IEVE, y los otros dos eran ángeles enviados por IEVE. Como veremos
más adelante, fue solamente el tercer varón, llamado IEVE, quien envió el fuego sobre esas ciudades, el cual hizo llover sobre esas ciudades azufre y fuego de parte de IEVE desde los cielos. Esto
lo comentaré más adelante. Ahora bien, si el verso 24 dice que fue solo IEVE quien destruyó esas ciudades de Sodoma y Gomorra, ¿por qué esos dos ángeles dijeron que ellos fueron enviados para
destruir esas ciudades?. ¿Quién destruyó esas dos ciudades, IEVE, o los dos ángeles enviados por IEVE?, obviamente fue solamente IEVE, tal como leemos en el verso 24. Los dos ángeles
dijeron: “vamos a destruir este lugar” y “IEVE nos ha enviado a destruirlo” por la sencilla razón de que esos tres varones fueron enviados a la tierra por el IEVE supremo que está en el cielo, el
Padre, PERO SOLO UNO DE ESOS TRES VARONES, LLAMADO IEVE, FUE QUIEN REALMENTE ENVIÓ EL FUEGO DE PARTE DE IEVE DESDE LOS CIELOS, tal como se dice claramente en el verso 24 y que comentaré
después Los dos ángeles enviados a Sodoma sencillamente fueron los encargados de sacar a Lot de esa ciudad para salvar su vida y de avisar que toda esa zona iba ser destruida, ¡¡pero la
destrucción de fuego fue enviada solamente por el tercer varón, que se llamaba IEVE!!. El hecho de que esos dos ángeles dijeran “vamos a destruir este lugar” y “IEVE nos ha enviado a
destruirlo”, eso no significa que fueran esos dos ángeles quienes directamente enviaron el fuego del cielo para destruir Sodoma y Gomorra. Pondré un ejemplo para que se entienda mejor: suponga
que dos soldados son enviados a una ciudad habitada por gente perversa y malvada, y esos dos soldados dicen a una persona justa que vive en esa ciudad que salga corriendo de esa ciudad, ya que la
van a destruir con una explosión nuclear, eso no significa que sean esos dos soldados los que la destruyen directamente, quien la destruye es realmente el general o jefe de esos soldados que da
la orden y envía el misil nuclear que arrasa esa ciudad. Lo mismo ocurre con ese pasaje bíblico. Los dos ángeles (soldados) fueron enviados a esa ciudad de Sodoma para rescatar a Lot, y
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para avisarle de que iban a destruir todo ese lugar, sin embargo, no fueron esos dos ángeles quienes enviaron el fuego que las destruyó, SINO QUE FUE SOLAMENTE IEVE, el jefe, como veremos cuando
comente el verso 24. Sigamos.
13- Gén 19:14 Y salió Lot y habló a sus yernos que iban a casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, salid de este lugar porque IEVE destruirá la ciudad. Pero a sus yernos les pareció que
bromeaba. Gén 19:15 Y al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seáis destruidos en el castigo de la
ciudad. Gén 19:16 Mas él titubeaba. Entonces los dos hombres tomaron su mano y la mano de su mujer y la mano de sus dos hijas, porque la compasión de IEVE estaba sobre él; y lo sacaron y lo
pusieron fuera de la ciudad. Gén 19:17 Y aconteció que cuando los habían llevado fuera, uno le dijo: Huye por tu vida. No mires detrás de ti y no te detengas en ninguna parte del valle;
escapa al monte, no sea que perezcas.
Observe como en el verso 15 una vez más se dice bien claro que esos dos varones celestiales eran ángeles, ¡¡ellos no eran dos IEVEs!!, sino simplemente ángeles enviados para rescatar a Lot y a su
familia. IEVE era solamente el tercer varón, con el cual se quedó hablando Abraham, y este Señor IEVE, sin duda, estaría fuera de la ciudad de Sodoma observando como los dos ángeles sacaban de la
ciudad a Lot y a su familia. Recuerde que en ninguna parte del relato se dice que este Señor IEVE se fuera al cielo después de hablar con Abraham, lo que dice el texto sagrado es que IEVE dijo
que descendería hacia Sodoma para observar (18:21). Esto es muy importante, y demuestra sin duda alguna que este tercer varón, que era el Señor IEVE, estaba fuera de Sodoma, observando
atentamente lo que estaba ocurriendo y controlando el asunto en cada momento, y además se quedó esperando a que los dos ángeles sacaran a Lot y a su familia fuera de la ciudad antes de
destruirla.
14- Gén 19:18 Pero Lot les dijo: No, por favor, señores míos. Gén 19:19 Ahora he aquí, tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido tu misericordia la cual me has
mostrado salvándome la vida; mas no puedo escapar al monte, no sea que el desastre me alcance, y muera.
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Ponga mucha atención a ese pasaje. El texto dice que Lot LES DIJO, y seguidamente él se dirige al Señor IEVE y le dice directamente a él que había hallado gracia antes sus ojos, y le agradece por
salvarle la vida. ¿Cuál es la explicación?, pues es muy simple: en ese momento, después de haber salido todos de la ciudad de Sodoma, entonces es cuando IEVE, que estaba cerca observando
todo el asunto fuera de la ciudad, se une a los dos ángeles, y por eso es que Lot en ese momento le está hablando solamente a IEVE, para agradecerle su misericordia, ¡¡porque IEVE estaba ya con
ellos!!
15- Gén 19:20 Ahora he aquí, esta ciudad está bastante cerca para huir a ella, y es pequeña. Te ruego que me dejes huir allá (¿no es pequeña?) para salvar mi vida. Gén 19:21 Y él le
respondió: He aquí, te concedo también esta petición de no destruir la ciudad de que has hablado. Gén 19:22 Date prisa, escapa allá, porque nada puedo hacer hasta que llegues allí. Por eso
el nombre que se le puso a la ciudad fue Zoar.
Observe como Lot sigue hablando solamente con este Señor IEVE, ¡¡no con los dos ángeles!!, y le ruega a IEVE que no destruya una pequeña ciudad cercana, para poder huir a ella. Entonces habla
IEVE y le concede la petición para que escapara él y su familia a esa pequeña ciudad, ya que él no podría destruir Sodoma y Gomorra hasta que Lot y su familia no estuvieran a salvo en esa pequeña
ciudad llamada Zoar. Recuerde que esos dos varones que fueron a Sodoma eran solamente dos ángeles, no eran IEVE, ya que el Señor IEVE era solamente el tercer varón.
16- Gén 19:23 El sol había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar. Gén 19:24 Entonces IEVE hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, de parte de IEVE desde los
cielos; Gén 19:25 y destruyó aquellas ciudades y todo el valle y todos los habitantes de las ciudades y todo lo que crecía en la tierra. Gén 19:26 Pero la mujer de Lot, que iba tras
él, miró hacia atrás y se convirtió en una columna de sal. Gén 19:27 Y Abraham se levantó muy de mañana, y fue al sitio donde había estado delante de IEVE; Gén 19:28 y dirigió la
vista hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra del valle y miró; y he aquí, el humo ascendía de la tierra como el humo de un horno.
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Gén 19:29 Y aconteció que cuando Dios destruyó las ciudades del valle, se acordó Dios de Abraham e hizo salir a Lot de en medio de la destrucción, cuando destruyó las ciudades donde habitaba
Lot.
Ponga mucha atención. Cuando ya había amanecido, Lot llegó a esa pequeña ciudad de Zoar. Y mire lo que dice bien claro el verso 24:
Entonces IEVE hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, de parte de IEVE desde los cielos;
¿Lo ve?, ¡¡FUE SOLO IEVE QUIEN ENVIÓ EL FUEGO SOBRE ESAS CIUDADES MALVADAS!!. No fueron los dos ángeles quienes enviaron el fuego. Pero además, de forma sorprendente, el pasaje dice bien
claro que este Señor IEVE que estaba con ellos de forma física hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego DE PARTE DE IEVE DESDE LOS CIELOS, es decir, ¡¡el pasaje está mencionando
literalmente a dos dioses llamados IEVE!!, el IEVE supremo era el Dios Padre que está en los cielos, y desde esos cielos descendió el fuego que destruyó esas malvadas ciudades, y el segundo IEVE,
que fue enviado a la tierra por el IEVE supremo, era el que estaba ahí en la tierra con ellos. Por lo tanto, fueron estos dos dioses llamados IEVE quienes enviaron ese fuego y azufre sobre
Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas. No fueron los dos ángeles quienes enviaron ese fuego, sino solamente estos dos dioses llamados igual: IEVE. El primer IEVE está en el cielo, y el
segundo IEVE era quien descendió a la tierra y se apareció a Abraham en el encinar de Mamre, acompañado por los dos ángeles. Esta es la correcta y verdadera interpretación de este
impresionante pasaje bíblico. La Biblia enseña claramente en muchos pasajes la existencia de estos dos dioses eternos llamados IEVE, y que son el Padre y el Hijo, pero siendo el Padre el Dios
supremo, el Dios del Hijo, pero esta gran verdad bíblica la demuestro de forma mucho más extensa en varios libros escritos por mí, especialmente en el último, que usted puede descargar
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Cuando este pasaje habla de Dios se refiere al mismo Dios mencionado en el verso 24, es decir, fue este Señor IEVE que descendió a la tierra y se apareció a Abraham quien hizo llover sobre esas
ciudades del valle azufre y fuego de parte de IEVE desde los cielos, indicando así de forma muy clara e irrefutable que solo uno de esos tres varones era IEVE,
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y los otros dos eran ángeles, estos ángeles no fueron los que enviaron el azufre y el fuego sobre esas malvadas ciudades, sino que eso solamente lo hizo el Señor IEVE que se apareció a Abraham en
el encinar de Mamre.